Ingredientes secos:
6 tazas de harina tamizada.
1 cucharadita de levadura en polvo
4 cucharaditas de jengibre molido
4 cucharaditas de canela molida
1/2 cucharadita de clavos molidos
1/2 cucharadita de sal
Ingredientes húmedos:
165 gr de mantequilla blandita
1 taza y media de azúcar moreno tamizado (si se puede pasar por la picadora para convertir en azucar glass, mejor que mejor)
2 huevos grandes
1 taza de miel de caña
Preparación:
- Primero, preparamos los Ingredientes Húmedos:
Paso Previo: Separar las yemas de las claras. Batir yemas a punto pomada (muy cremosas) y luego batir las claras a punto de nieve.
Mezclamos con amasadora, la mantequilla blandita con las yemas de huevo ya batidas,la miel y por último el azucar glass, incorporándolo a pocos.
- Segundo, incorporamos los ingredientes secos:
Mezclamos primero todos los ingredientes secos. Poco a poco, vamos incorporando la mezcla de los ingredientes secos a la mezcla de los ingredientes húmedos. El objetivo es conseguir que se mezclen bien todos los ingredientes y que no se pegue la masa a las manos (pero que no quede la masa cuarteada tampoco.
Se envuelve en un paño limpio, o una bolsa alimentaria o incluso en papel de hornear y se deja reposar en lugar fresco, durante unas 2 horas y media (máximo 6 horas), al menos, para que la masa "levede" (es decir, haga efecto la levadura y así, la masa crezca).
Precalentar el horno a 170 grados Centigrados.
Trocear la masa en varias partes (yo lo suelo hacer en 4 o 5). Colocar cada trozo, sobre una superficie limpia, con harina espolvoreada. Poner un papel de hornear por encima y pasar el rodillo. (Si la masa se pega a las manos, incorporar un poco de la harina tamizada, que habremos reservado para esta eventualidad). Cortar la masa con cortadores especiales con formas divertidas, o con un vaso. (Truco si no conseguimos que nos quede "no pegajosa": Utilizar una manga pastelera y depositar trocitos de masa redondeada sobre la bandeja de horno directamente.)
En la bandeja de horno, engrasada o con papel de hornear, también engrasado, colocar la masa cortada. Se coloca la bandeja en el horno, precalentado a 170 grados, hasta que los bordes estén dorados y la superficie de las galletas, tengan al menos un ligero tonillo dorado.
Sacarlas y ponerlas sobre una rejilla limpia, donde se enfriarán más rápido. Si se desea guardar en recipiente cerrado, donde se conservarán más tiempo.
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